Desde hace ya más de una década, las redes sociales se han ido convirtiendo en un medio de comunicación muy habitual y, por tanto, también en una revolución del marketing del siglo XXI.
Es complicadísimo que hoy en día alguien compre un producto, vaya al cine, reserve en un hotel… sin haber leído una reseña en un blog o una opinión de un amigo en alguna de las redes sociales que sigue.
Estos medios sociales han adquirido un poder evidente sobre sus usuarios y, mediante un uso correcto de los mismos. Podemos volcar ese poder en nuestra empresa, llegando a muchas más personas, entrando incluso en sus casas.
El mundo empresarial en las redes sociales
Según recientes estudios, las empresas más importantes del planeta están presentes en los medios sociales y lo están con la intención de escuchar, invitar y hacer partícipes a los usuarios de todas las comunicaciones que realizan. Por ejemplo, hay empresas que contratan personal mediante su página de Facebook, que publican informes de resultados a través de Twitter, que crean grupos de influencia y de debate en Linkedin, que suben fotos corporativas en Flickr… Y si estas empresas son activas en los medios sociales y comparten contenidos de calidad. No es de extrañar que tengan un posicionamiento social más alto. Cada vez más, a los usuarios nos gusta opinar o leer opiniones de otros usuarios, compartir contenidos o comprar productos, sin levantarnos del sillón de nuestro salón.
Pero la presencia en los medios sociales no es tan sencilla como puede parecer. Una difusión sin control de nuestra marca puede tener resultados catastróficos. Muchos pueden ser los comentarios buenos, pero también lo son las críticas, las cuales, si no se controlan, podrían derivar en una mala imagen de nuestra empresa.
El mundo empresarial en las redes sociales
Surge la duda: ¿es conveniente que mi empresa esté presente en los medios sociales? Antes de dar una respuesta, pensemos… ¿Dónde están nuestros clientes? Allí. ¿Dónde está nuestra competencia? Allí. ¿Dónde nos buscan? Allí. ¿Dónde está el negocio? Allí. Por tanto, la respuesta es rotunda: SÍ, pero seleccionando cuidadosamente el entorno social en el que nos moveremos y controlándolo y, si nosotros no sabemos hacerlo o, simplemente, no tenemos tiempo para ello, debemos apoyarnos en otras personas o empresas que nos puedan ayudar.
Eligiendo un entorno social adecuado y alimentándolo con contenidos de calidad. Llegaremos a más usuarios, en menor tiempo y con un costo mucho más reducido.
Además también podremos obtener muchos beneficios en el sentido contrario: si mis clientes se mueven en entornos que les interesan y yo entro en esos entornos. Con toda seguridad encontraré contenidos que me interesarán a mí también.
Se completa así el círculo social en el que, sin duda, nuestra empresa no puede faltar.
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