¿Conoces la evolución y la historia del Software ERP?

Siempre comprendemos mejor algo cuando entendemos de dónde viene.

En el mismo momento en que nace la producción a gran escala, es decir, durante la Revolución Industrial, surgiría el comienzo de la historia del ERP. Los antecedentes de las actuales estrategias de gestión, los llamados MPC o Sistemas de Control y Planificación de Manufactura, buscaban mejorar la productividad mediante la automatización de tareas.

Pero no es hasta la Segunda Guerra Mundial cuando aparece, en el ámbito militar, el primer antepasado real del Software ERP. Es el ejército de los Estados Unidos quien desarrolló los primeros equipos informáticos con fines de gestión logística.

En la década de 1960 aparecen los sistemas informatizados de gestión y control de inventario. Consistían en mantener las existencias al mínimo, pero asegurando a la vez la disponibilidad de los productos en el almacén.

En la década de 1970 la informatización llega a los procesos de producción (MRP o planificación de necesidades de material) y buscaba gestionar la cadena de suministro en su fase inicial, centrándose en los materiales. Además, el MRP también controla las existencias en previsión de cuándo serán necesarias y en qué cantidad. El MRP puede ser considerado el precedente más directo y cercano a los actuales ERP.

En la década de 1980 aparece la segunda fase del MRP (MRPII), si el MRP se ocupaba de la gestión de necesidades de material, el MRP II gestiona la cadena de suministro de principio a fin. El MRP II analiza todos los procesos de la venta para invertir en ellos de la manera precisa en el momento adecuado, teniendo en cuenta todo tipo de variables como los costes de adquisición de la mercancía, la mano de obra, el transporte, logística, etc.

En la década de 1990 los modelos empresariales evolucionan considerablemente, requiriendo nuevas formas de gestión. El software ERP es el resultado de la evolución y adaptación de los anteriores sistemas MRP. Por primera vez en la historia, todas las áreas de la empresa se centralizan en una única solución que realiza una gestión integral.

Más allá de ser un simple planificador, un ERP es un contenedor de información valiosísima para la empresa, que puede ayudarla a crecer apoyando la toma de decisiones. Gracias a este concepto abierto de gestión modular, el ERP puede en este momento abrirse a múltiples perfiles de negocio.

Principios del siglo XXI: el ERP llegó para quedarse. Muchos ERP, como es el caso del Software de gestión ERP Axos Visual, presentan sus soluciones en conjunto con nuevas características. Por ejemplo, el caso más habitual: el binomio ERP + CRM (software que gestiona la relación con los clientes).

 

¿Cuáles son sus principales beneficios del software ERP en el 2021?

Optimización de los procesos de gestión: La coherencia, homogeneidad de los datos e interacción entre las distintas áreas de la empresa desde una única herramienta, permite mejorar el desempeño (eficiencia y eficacia) de la organización.

Mejora el proceso de toma de decisiones: La centralización de la información, aumento de su calidad y disponibilidad en tiempo real, agilizan y mejoran extraordinariamente los tiempos de respuesta.

Seguridad de datos: Todos los datos de la empresa se encuentran en un único contenedor (base de datos) y su acceso protegido y restringido por usuario, facilita y simplifica las labores de mantenimiento y backup.

Modularidad y escalabilidad: El uso de cualquier herramienta de gestión no debe suponer nunca un freno al crecimiento o evolución de la empresa. Una buena solución ERP debe de cubrir las necesidades actuales y disponer de módulos adicionales para ser desplegados o incorporados en cualquier momento.

Adaptación a las necesidades reales: Mediante una consultoría previa donde se definen los requerimientos y necesidades de la empresa, el ERP debe configurarse y adaptarse totalmente a ella, si bien es cierto que durante esta fase deben cuestionarse y revisarse los principales procesos desencadenantes de la actividad principal de la empresa.

Mayor control y trazabilidad: Cualquier interacción en el ERP queda registrada, permitiendo realizar un seguimiento exhaustivo o auditoría del dato, proceso o documento.

Automatización de tareas: Las tareas periódicas o repetitivas (informes, seguimientos, comunicaciones, reclamaciones, etc.) pueden automatizarse para reducir al mínimo la dedicación de recursos y centrarse en aquellas más productivas.

Ahora es el momento de cambiar o contratar: Aumente la eficiencia de su empresa, la disminución de errores, la reducción de tareas que permiten disminuir el tiempo y los costes empresariales para ganar en competitividad.

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