Desde Axos Soluciones somos plenamente conscientes del difícil momento que están atravesando las empresas de Distribución: nuestros clientes, aquellos por los qué luchamos y nos esforzamos día a día.
Quitando los daños personales (que, no olvidemos, son los únicos daños verdaderamente irreparables), el cierre de los comercios y puntos de venta, el parón de las empresas, la caída del consumo corporativo, la concentración de ventas en unos pocos jugadores (como Amazon donde, hasta yo, he tenido que comprar a pesar de que intento evitarlo siempre) por la mala decisión de cerrar comercios físicos pero no online, la falta de suministros para muchos que traen su género de fuera, la incertidumbre que se ha generado a nivel macroeconómico… ha creado una situación tremendamente difícil para todos. Además, en el plano económico, existe una incertidumbre total que no beneficia a nadie. Bueno… corrijo: pienso que los únicos beneficiados, quizá, sean los que vendan “papel higiénico”, encontrando personalmente la única explicación de que lo que todos utilizamos para secarnos las lágrimas, generadas por ver a tantas personas afectadas por la enfermedad o nuestros sueños, que tantos años nos ha llevado levantar, puestos en riesgo en cuestión de días o semanas.
Son momentos difíciles y de duras decisiones. Estoy convencido de que a ningún empresario le gusta despedir a sus empleados aunque sea temporalmente con un ERTE, a ningún empresario le gusta paralizar sus pagos y fallar a sus proveedores, a nadie le gusta recluirse en casa con vacaciones forzadas… pero, a pesar de que estas decisiones sólo recaen un unos pocos, son medidas que todos debemos entender dada la situación completamente excepcional que estamos viviendo.
Mucha es la literatura que se está desarrollando sobre qué medidas son las necesarias en estos momentos de crisis. Y, personalmente, no me veo con la capacidad necesaria para dar consejos sobre cómo gestionar esta crisis. Pero si hago especial mención a este artículo que me ha parecido tremendamente interesante. Me consta que todos nuestros clientes y amigos, empresarios a los que admiro y de los que aprendo a diario, están tomando las medidas oportunas. Por eso no puedo más que apoyarles en su toma de decisiones a través de esas medidas que, desde mi humilde punto de vista, deberían siempre orientarse a:
Tener la cabeza tranquila para no tomar decisiones precipitadas, haciendo especial mención a los primeros versos del “Si de Kipling” al que, algunas de mis personas más queridas, siempre me hacen recurrir.
Prepararnos para lo peor porque, sin ánimo de ser catastrófitas pero dada esta incertidumbre, es mejor plantear escenarios en lo que todo sea ir mejor.
Reajustar los presupuestos y diseñar un plan de acción de control de costes, garantizando la caja ante los diferentes escenarios que nos podemos encontrar cuando esto termine.
Redefinir la estrategia m/p y l/p porque, seamos conscientes, este parón va a tener unas consecuencias que, si bien son todavía desconocidas, va a afectar a todo tipo de empresas y, me atrevería decir, a nuestra vida diaria.
Tomar AHORA las decisiones que sean necesarias, con convicción y sin que tiemble el pulso, para, pensando en todos, garantizar la continuidad y generación de riqueza para la sociedad de nuestras empresas en el FUTURO.
El peso del liderazgo muchas veces es incomprendido. Pero no olvidemos que es “por lo que nos pagan” y es ahora, más que nunca, cuando lo que necesitan nuestras empresas es una cabeza visible que tome cuantas medidas hagan falta para hacer que todas las familias que dependen de ellas sigan delante de la mejor manera posible: ahora y en el futuro.
Toda crisis es un momento de cambios que tienden a desestabilizarnos. Pero no olvidemos que la palabra crisis, intrínsecamente, conlleva una oportunidad. Seamos optimistas ante esta situación de la que saldremos:
Sin perder la ilusión por lo que hacemos, nuestros sueños y negocios. Debemos esforzarnos y luchar por intentar seguir con nuestros proyectos. No nos dobleguemos a la situación y aprovechemos el tiempo para pensar en cómo poner en marcha nuestros nuevos proyectos cuando todo esto pase… que seguro que pasará.
Disfrutando de la familia para, en esta situación de «reclusión», pasar los mejores momentos con quienes podamos tener cerca. Seguro que muchas veces, en esas jornadas maratonianas de trabajo, hemos deseado un parón para poder estar con los nuestros… pues bien: el parón está aquí! Y ya llegarán otra vez esas jornadas de sol a sol en las que, seguro, todos podremos echar de menos estos días en familia.
Para terminar con este escrito de reflexiones “en voz alta”, que no tiene ninguna otra animosidad mas que apoyar a todos nuestros clientes, no quiero más que desearos a todos lo más importante: salud. Y, obviamente, buena suerte y acierto en las decisiones y medidas que todos tengáis que tomar.
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